Flora y Fauna
El río Cinca, verdadera fuente de vida de la comarca, constituye un auténtico ecosistema con una voluminosa biomasa energética generada fundamentalmente por el continuo caudal de agua.
Innumerables invertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, están ligados en mayor o menor grado a este importante río.
Para las aves en sus pasos migratorios, o para los muchos mamíferos errantes de la zona, el papel que juega este río con su gran riqueza natural en el desarrollo de la vida en sus riberas, es extensible incluso a las tierras cercanas. Gran variedad de aves habitan en el río donde encuentran sus fuentes de alimentación, especialmente las acuáticas como anátidas, garzas, cormoranes o limícolas, otras solamente acuden en busca de refugio, sobre todo en dormideros comunales, y algunas, más propias de los secanos de alrededor, únicamente bajan a beber en los períodos de fuertes estiajes.
La fauna, ha tenido que ir adaptándose también a los cambios que el hombre ha introducido con el paso de los tiempos. Así pues; los sotos y bosques galería que antaño rodeaban el río, hoy son fértiles huertas cultivadas, los viejos carrascales de llanura que cubrían las terrazas fluviales, o los baldíos y desarbolados terrenos del secano, ahora son extensas zonas de regadío donde se alternan los cultivos. Pero todavía perviven representantes de aquellos paisajes en pequeños rincones de esta zona.
Otros pequeños corredores naturales, de gran importancia para la fauna, se asientan en esas terrazas fluviales ocupadas actualmente por cultivos; son las llamadas "clamores", arroyos excavados por las lluvias torrenciales que hoy sirven de drenaje a los abundantes cultivos de regadío. Abejarucos, aguiluchos laguneros, gallinetas de agua, ratas de agua, sapos, ranas y algún escaso galápago son los típicos habitantes de estos lugares.
Pero los cultivos no solamente han transformado el paisaje, algunas especies se han visto beneficiadas por el aumento de alimento (invertebrados, anfibios y roedores), como las cigüeñas y cigüeñuelas que viven en arrozales, o las avefrías, abundantísimas en invierno, o algunas rapaces que capturan cantidad de roedores.